En ese estado que se ha dado en llamar “onírico” se han dicho muchas cosas, muchas opiniones y teorías han sido expuestas tratándonos de explicar ese “irreal” mundo de los sueños, tan placido y feliz en un momento, y tan pesadillesco y sombrío en otro. Una de ellas que lo relacionan con el mundo astral, opina que mientras nuestro cuerpo (o vehículo, como parecen preferir denominarlo) físico descansa, nuestro cuerpo astral se desprende de el, y vaga a voluntad. Nuestro sueños serían los recuerdos de esos vividos momentos (mas vividos que los vividos en el mundo físico), pasados por el tamiz de nuestro cerebro racional al momento de despertarnos. Esto y decir que es posible recordarlos en su totalidad, encontrarnos con quien queremos (si esa persona también quiere vernos), y visitar lugares, inclusive aquellos que de otra forma sería imposible de conocer, es una sola cosa, solo es cuestión de practica...
martes, diciembre 14
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario