A veces cuando se descorre ese sutil velo que permite otear hacia otras dimensiones, ya sea que esto ocurra en nuestro ser o a nuestro alrededor, es posible contemplar ese mundo lleno de maravillas que nos rodea, y que muchas veces es pasado por alto en la acelerada vida que es llevada por muchos de nosotros actualmente, entonces hechos y circunstancias que quizás en otros tiempos fueran mas habituales son juzgados como anormalidades y vienen a interponerse en la aparente y falsa calma de los conocimientos y ciencias de nuestra época. Lo que nos cuenta Laura que sin duda fue tan común en algún tiempo pasado, suena sin duda extraño a los oídos occidentales de la mayoría de las personas, educados en la racionalidad del materialismo y la sensualidad (la frase “ver para creer” es el botón que hace falta de muestra). En ese estado sutil o otra dimensión al que se refiere Laura, ese mundo astral, también parece estar habitado por criaturas o entes o elementales de la naturaleza, manifestaciones energéticas que habitan en la región conocida por “astral bajo”, y que gustan de hacerse pasar por espíritus de humanos desencarnados. Muchos mediums o channelling (canales) parecen haber atraído a alguna de estas criaturas en sus invocaciones, y estos en su desconocimiento pero obrando con buena fe, han sido victimas de sus bromas y ocurrencias, pasando por ello un desagradable momento...
lunes, diciembre 6
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