Muchos fenómenos que no encuentran explicación lógica en nuestra concepción psicológica y estrecha del mundo, son catalogados como actos diabólicos, como si resultara mas fácil, el inculpar de estos fenómenos inexplicables a míticos seres creados por el imaginario popular, y no que son realizados por seres de carne y hueso, iguales a cualquier hijo de vecino. Al negarnos inconscientemente y al negar a otros la posibilidad de poder realizarlos, entregándole ese habilidad a criaturas míticas (como satanás y sus esbirros) lo que hacemos es hundir nuestra alma cada vez mas en nuestro cuerpo físico, retrasando aún mas nuestra evolución espiritual, alejándonos mas de la luz, acercándonos a la sombra, y cuando ya no podamos evolucionar en forma ascendente, ahí nos daremos cuenta de lo que es en realidad el infierno, de que ese diablo que nombra María Jose somos nosotros, y ahí si que nos asustaremos....
martes, diciembre 14
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