miércoles, marzo 2

En Sueños...

En ese estado que se ha dado en llamar “onírico” se han dicho muchas cosas, muchas opiniones y teorías han sido expuestas tratándonos de explicar ese “irreal” mundo de los sueños, tan placido y feliz en un momento, y tan pesadillesco y sombrío en otro. Una de ellas que lo relacionan con el mundo astral, opina que mientras nuestro cuerpo (o vehículo, como parecen preferir denominarlo) físico descansa, nuestro cuerpo astral se desprende de el, y vaga a voluntad. Nuestro sueños serían los recuerdos de esos vividos momentos (mas vividos que los vividos en el mundo físico), pasados por el tamiz de nuestro cerebro racional al momento de despertarnos. Esto y decir que es posible recordarlos en su totalidad, encontrarnos con quien queremos (si esa persona también quiere vernos), y visitar lugares, inclusive aquellos que de otra forma sería imposible de conocer, es una sola cosa, solo es cuestión de practica... El viaje Astral es posible (y fácil) una vez aprendida y dominada su técnica, puede ser realizada por casi todos (no es muy recomendable para los hipertensos y personas que ya tengan un marcapaso, ya que puede ocurrir que ya no tengan un cuerpecito al que volver después de su agradable paseíto) aunque como bien nos explica Mary, estos no deben ser realizados para alimentar nuestra curiosidad (nada de espiar gente bañándose, como habrá pensado mas de uno), a veces es posible, según en las regiones del Astral en que estemos, el encontrarnos con entes espirituales menos evolucionados, pero con ignorarlos o no prestarles atención, dejaran de molestarnos. Solo es necesario entrenamiento, practica y por sobre todo mucha paciencia “que Roma no se construyo en un día”...

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