Hipotéticamente la mayoría de las visiones, que podrían englobarse, dentro de las llamadas apariciones fantasmales, y que nos son relatadas por Patricia B., María y Elen formarían tres grandes grupos o corrientes, que las llamadas ciencias esotéricas o paranormales han establecido.
El fantasma observado por Patricia B. Parecería pertenecer al cuerpo o doble etérico de su suegra. Este cuerpo (de carácter “virtual”), parecería estar formado por cargas residuales electroestáticas, la mayoría de las veces, cuando se corta el cordón de plata, y el cuerpo Astral se separa del físico (lo que popularmente se denomina muerte), este cuerpo etérico se disipa, pero otra veces (si esta “muerte” sobreviene de manera accidental o sorpresiva, en la mayoría de los casos), esto no ocurre, y la mente de las personas que continúan habitando esa casa pueden darle “energía”, haciendo que esta visión continúe y se prolongue indefinidamente en el tiempo.
María, quien parece extremadamente sensible, según se desprende de su relato, parece ver o percibir las Almas o cuerpos Astrales desencarnados de aquellos que se dirigen hacia ese mundo luminoso, real y sin sufrimiento, conocido como plano o mundo Astral (en su relato María parece querer decirnos que los seres que ve, son siempre distintos, y que no se trata de uno solo). Lo mas importante sería tratar de comunicar a estas Almas, que este mundo físico ya no les es propio, que pertenecen a otro.
Elen y su “mentirosilla” y juguetona amiga, parece haber (siguiendo pasos muy extraños) invocado a unos de esos seres desencarnados, conocidos como elementales de la naturaleza, que suelen morar en la parte baja del Astral. Estos seres desencarnados (similares en comportamiento a micos o a changos, como se le dice en México) aprovechan invocaciones o aperturas accidentales de portales que unen al mundo físico con el Astral, para gastar bromas a sus asustadas victimas (como se desprende del relato de Elen).
El fantasma observado por Patricia B. Parecería pertenecer al cuerpo o doble etérico de su suegra. Este cuerpo (de carácter “virtual”), parecería estar formado por cargas residuales electroestáticas, la mayoría de las veces, cuando se corta el cordón de plata, y el cuerpo Astral se separa del físico (lo que popularmente se denomina muerte), este cuerpo etérico se disipa, pero otra veces (si esta “muerte” sobreviene de manera accidental o sorpresiva, en la mayoría de los casos), esto no ocurre, y la mente de las personas que continúan habitando esa casa pueden darle “energía”, haciendo que esta visión continúe y se prolongue indefinidamente en el tiempo.
María, quien parece extremadamente sensible, según se desprende de su relato, parece ver o percibir las Almas o cuerpos Astrales desencarnados de aquellos que se dirigen hacia ese mundo luminoso, real y sin sufrimiento, conocido como plano o mundo Astral (en su relato María parece querer decirnos que los seres que ve, son siempre distintos, y que no se trata de uno solo). Lo mas importante sería tratar de comunicar a estas Almas, que este mundo físico ya no les es propio, que pertenecen a otro.
Elen y su “mentirosilla” y juguetona amiga, parece haber (siguiendo pasos muy extraños) invocado a unos de esos seres desencarnados, conocidos como elementales de la naturaleza, que suelen morar en la parte baja del Astral. Estos seres desencarnados (similares en comportamiento a micos o a changos, como se le dice en México) aprovechan invocaciones o aperturas accidentales de portales que unen al mundo físico con el Astral, para gastar bromas a sus asustadas victimas (como se desprende del relato de Elen).
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