SOBRE LA RELATIVIDAD DEL TIEMPO

Los seres humanos, por educación (o falta de ella) estamos acostumbrados a percibir el tiempo de una forma lineal, como el suave transcurrir de un río, y nosotros cómodamente instalados en una pequeña isla, viviendo en el presente, el pasado atrás, ya paso, y el futuro por delante, misterioso e insondable, vaya uno a saber que nos traerán esas misteriosas aguas. Pero el tiempo de ninguna manera es algo lineal, como nuestros pobres sentidos (de nuestro cuerpo físico) parecen determinarlo, el tiempo es una dimensión, pasado, presente y futuro (o lo que nosotros percibimos como tal) se encuentra todo junto, el tiempo es relativo, lo que para nosotros es percibido como futuro, puede ser el pasado para otras personas, depende de la posición del observador, de nuestro punto de vista. Y lo que nosotros llamamos futuro, puede ser visto, ser “recordado” (como nos señala H. P. M. Atwater en su fascinante libro “Podemos recordar el futuro”), Quizás todos lo hacemos, en todo momento de manera inconsciente. Quizás existan maneras y formas que nos permiten otear ese porvenir, aunque siempre hay que recordar que mas allá del método usado para lograrlo, lo que logramos ver son lineamientos, esbozos, siempre es conveniente recordar que nuestra vida no esta escrita sobre piedra, y que lo que hoy puede parecernos malo, mañana visto con otros ojos puede tener otro significado. “El hierro mineral puede sentirse injustamente torturado en la fragua, mas cuando la fina hoja de acero reflexiona, lo sabe mejor”.