Esas luces que Yami nos relata haber presenciado y que también, siempre según su relato, parecen haber sido presenciadas por sus vecinos, parece una intromisión accidental de otro plano de existencia (tal vez el Astral, por ser el mas cercano, a este plano físico, aunque no es posible descartar a priori el hecho de que haya sido otro plano diferente). El hecho de que esta luminosidad que parecía no poseer (o al menos no podía ser definida) ninguna fuente de procedencia, podía ser observada a ambos lados de una pared contigua, es prueba (aunque no suficiente, ni fehaciente) de la posible inmateriabilidad de esa luz. La luz producida en nuestro universo tangible (con esto no quiero significar que otros planos o universos alternos no lo sean) en su doble condición física de onda y de partícula no podría atravesar una pared, y solo podría ser observada por Yami o por sus vecinos alternativamente, pero no por ambas partes. El hecho de que al otro día podía (y pudo) ser observado similar fenómeno óptico, nos habla posiblemente de la relatividad del tiempo, en nuestro plano habían pasado casi veinticuatro horas y en ese supuesto plano quizás solo minutos o segundos...
lunes, febrero 7
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario