Cualquier ritual que implique el regreso de un amor, que se marchó con un tercero, engloba tres trabajos o conjuros, el primero de ellos para separar a una nueva pareja que se formo, el segundo para hacer regresar a esta persona a nuestro lado, y el tercero un ritual de amarre, para retener por artes mágicas a una persona que evidentemente ya no quiere estar a nuestro lado (si no, no se habría marchado con otro). Ahora este sentimiento que tiene nuestro amigo por su ex pareja (denominar a alguien, que se marcho con otro, como “pareja” me parece que no sería atinado) no puede ser llamado Amor, retener a alguien por la fuerza a nuestro lado no es amarla, es odiarla, y no creo que alguien se preste para un ritual semejante, si alguien lo hiciera, que se atenga a las consecuencias...
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