EL DIFÍCIL ADIÓS DEL CUERPO FÍSICO...

Hay que tratar de entender (aunque se que es difícil el lograrlo), que el cuerpo físico es un vehículo (un receptáculo) de nuestro cuerpo Astral, y una vez que este ha abandonado su antiguo receptáculo, una vez que el plateado cordón que unía a estos dos cuerpos se ha roto, y el cuerpo Astral se ha marchado hacia planos o mundos que les son mas afines, lo que queda (el cuerpo físico), no es la persona que nosotros conocimos, con quien compartimos bellos, alegres, tristes momentos, esa persona ya no esta, se marcho a un mundo mas feliz y por sobre todas las cosas real (el mundo Astral), ese cuerpo que ha quedado (y que tantos recuerdos nos trae) en este mundo de tristezas e ilusiones es como un viejo vestido, que ya no se usa, así que no importa si lo enterramos, si lo cremamos y llevamos sus cenizas a casa, o se lo damos de comer a los buitres....
Una vez en el mundo o plano Astral, repasamos nuestra vida física, vemos los aciertos y errores que hemos cometido, si nos hemos apartado (y cuanto) de nuestro plan original, del plan que hemos trazado para la vida física que paso, que ya quedo atrás. Visitamos a nuestros seres queridos, a nuestros Maestros Espirituales, vivimos en la comodidad que nos ofrece ese (el verdadero) mundo. Y nos quedamos un tiempo, no importa cuantos años, tal vez varios, tal vez cientos, aprendemos, paseamos, curamos nuestras heridas espirituales (producto todas ellas del vivir en este mundo físico) y planificamos (junto a nuestros Maestros) nuestra futura vida física, que cosas sería conveniente aprender, en que familia, en que país nacer, que aspectos de nuestra personalidad Astral o Espiritual pueden ser mejorados y cuando ya todo esta arreglado y ya nos despedimos de quien nos quiere, renacemos, nuestra Alma se ha reencarnado y la oscuridad de este mundo físico, nos hace olvidar ese otro, el verdadero...