Existirían ciertas zonas de "nuestra" Tierra donde sería extremadamente frecuente el avistamiento (e inclusive contactos del tercer y cuarto tipo, como veremos mas adelante) de fenómenos del tipo "Ufologico".
El mas conocido (inclusive x aquellos q solo tocan de oído en esta rica casuística) sería, claro esta, Capilla del Monte en Córdoba, con su Cerro Uritorco q hace las delicias de "cazadores de OVNI's" (y otros amantes incurables de la Nueva Era y de todo aquello q huela a incienso).También podríamos incluir (en esta lista caprichosa) a Victoria en Entre Ríos, donde podemos encontrar (ademas de apasionados "Ufólogos") un Museo temático (cuya visita recomendamos) e Ituzaingó en Buenos Aires vertice del denominado "CORBACHU" (Cordoba - Buenos Aires - Chubut, con su Cerro El Sombrero).
En San Luis, además de ser una provincia con hermosos atractivos turisticos como el tan mentado "Valle de la luna" se encuentra la localidad de Potrero de los Funes en donde se vivieron varios casos claves de la casuística ufologica Argentina q han sido profusamente estudiados y no dejan de causar asombro entre legos y entendidos.
Como aquel encuentro q se dio en una calurosa madrugada de febrero de 1978 entre cuatro sorprendidos pescadores y un OVNI del cual descendió un humanoide y se paseó a la vera del dique La Florida. Hecho q fue investigado x el mismísimo Fabio Zerpa.
O aquella extraña luminosidad azulada bordó (del tamaño de un automóvil) q divisaron posada sobre el cerro de la Quebrada de los Cóndores en una noche de octubre del 2006 desde un hotel Juan Torres, su esposa y entre ocho y diez testigos mas, q dieron, aún presas del asombro, su testimonio al diario La República.
O aquel otro, mas cercano en el tiempo, en el cual el testigo Fabián Castillo relató su encuentro con un ser humanoide alado de color blanco y de gran porte en el Dique y q se dirigió aleteando hasta la quebrada anteriormente descrita.
Pero sin duda el caso mas extraño (en una fenomenología donde lo extraño parece ser norma) se dio en la primavera del 2003, según nos relatan nuestros amigos de "Evidencia OVNI".
Todo sucedió en una noche cálida del mes de octubre (según relataron las victimas de este escalofriante suceso a los investigadores de abducciones Van Allon y De Nard).
Edgardo y Maribel enfilaron con su destartalado automóvil rumbo a la Quebrada de los Cóndores, quizás, con la secreta intención de pasar un rato agradable, ocultos de miradas curiosas, prestas a juzgar el desempeño del prójimo (como siempre sucede en los pueblos chicos y en los blogs).
Al pasar x una arboleda sintieron un extraño zumbido q provenía de esa zona, al tiempo q se percataron de una intensa luminosidad q se colaba entre los arboles y parecía ir "in crecendo" hasta envolver el vehículo y sus alrededores. Edgardo intento acelerar, pero el motor se detuvo y seis o siete seres "humanoides" aparecieron, como salidos de la nada.
Edgardo y Maribel intentaron gritar, presas del pánico, pero de sus gargantas no salió sonido alguno, sin duda, lo q había paralizado el automóvil había hecho lo mismo con ellos. Paralizados como estaban fueron llevados, x estos humanoides, a su nave "fungiforme" q se encontraba a escasos metros flotando a poca altura.
Las víctimas del terrible suceso prefirieron resguardar su identidad |
Los seres de aspecto reptiloide (no confundir con "Reptilianos") tenían grandes cabezas verduscas, vivaces ojos amarillentos (q parecían exudar maldad) y cuerpos cubiertos de escamas también de coloración verde con cierto brillo metálico. Con una estatura de un metro y medio en promedio, sus dimensiones anatómicas eran en todo similares a los humanos.
Salvo en una parte de su cuerpo (si en esa q estas pensando)...
Una vez q se encontraban en la nave los cuerpos, de la mas q aterrorizada pareja, fueron despojados de sus vestimentas y arrojados sobre sendas camillas, con la parte posterior del cuerpo hacia arriba, estas camillas (de un blando y mullido metal), contaban con una protuberancia o elevación en la parte central de las mismas, y mas luego amarraron sus muñecas y tobillos a los bordes.
Entonces fueron llevados a cabo todo tipo de dolorosas y "aberrantes" prácticas médicas (acordes a un Dr. "Mengele") y la extracción de piel (sus heridas eran cicatrizadas instantáneamente con el uso de una tecnología q en las etapas actuales de la civilización desconocemos aún) y todo tipo de fluidos corporales (sangre, mucus, semen, orina y materia fecal).
Lo peor aún no había llegado...
Cuando pensaban (medios adormilados x el dolor) q su traumatizante calvario de padecimientos había llegado a su fin, fueron salvajemente penetrados analmente en varias ocasiones x todos (y cada uno) de estos seres desproporcionados a pesar de los desgarradores gritos de dolor de la pareja.
Una vez saciada su lujuria acumulada durante años y años luces de viaje, la (adolorida) pareja fue vestida y abandonada cerca de su viejo automóvil y estos lascivos seres intergalácticos partieron en su astronave, quizás en búsqueda de nuevas víctimas (en este o en otro habitado planeta del universo).
Han pasado muchos años ya de este suceso, pero aún hoy Edgardo y Maribel viven escondidos en una finca, en una zona alejada y despoblada. Con un sentimiento mezcla de dolor, vergüenza y espanto.
Una vez q se encontraban en la nave los cuerpos, de la mas q aterrorizada pareja, fueron despojados de sus vestimentas y arrojados sobre sendas camillas, con la parte posterior del cuerpo hacia arriba, estas camillas (de un blando y mullido metal), contaban con una protuberancia o elevación en la parte central de las mismas, y mas luego amarraron sus muñecas y tobillos a los bordes.
Entonces fueron llevados a cabo todo tipo de dolorosas y "aberrantes" prácticas médicas (acordes a un Dr. "Mengele") y la extracción de piel (sus heridas eran cicatrizadas instantáneamente con el uso de una tecnología q en las etapas actuales de la civilización desconocemos aún) y todo tipo de fluidos corporales (sangre, mucus, semen, orina y materia fecal).
Lo peor aún no había llegado...
Cuando pensaban (medios adormilados x el dolor) q su traumatizante calvario de padecimientos había llegado a su fin, fueron salvajemente penetrados analmente en varias ocasiones x todos (y cada uno) de estos seres desproporcionados a pesar de los desgarradores gritos de dolor de la pareja.
Una vez saciada su lujuria acumulada durante años y años luces de viaje, la (adolorida) pareja fue vestida y abandonada cerca de su viejo automóvil y estos lascivos seres intergalácticos partieron en su astronave, quizás en búsqueda de nuevas víctimas (en este o en otro habitado planeta del universo).
Han pasado muchos años ya de este suceso, pero aún hoy Edgardo y Maribel viven escondidos en una finca, en una zona alejada y despoblada. Con un sentimiento mezcla de dolor, vergüenza y espanto.
Y a pesar del tiempo transcurrido, tiemblan de miedo al ver una lagartija...
Lobsang Arrhenius
Comisión Nacional de Estudios Astroarqueológicos