Coincido al cien por cien con Moebius, un feto de extraterrestres no podría conservarse en formol, como bien es aclarado a posteriori por Laboca, que nos comenta que el que hay en el frasco no se trata de uno real, si no de una copia de plástico (un muñeco le diríamos en mi poblado). Ahora bien, no coincido con Moebius, en que nuestra atmósfera estaría compuesta de formol, como ella nos escribe muy suelta de cuerpo, y tampoco creo (como agrega) que nosotros respiremos tal compuesto orgánico. Un medio idóneo, y que fue comprobado, in situ, en las instalaciones secretas (ahora no tanto) de Río Piedras – Salta para la conservación de fetos híbridos humano – extraterrestre, productos de investigaciones científicas, sería la sal muera. Obviamente estos fetos fueron conservados en estas soluciones salinas una vez muertos, abortados (espontáneamente, nunca por aborto inducido, porque como bien sabemos el aborto es considerado un pecado por las autoridades eclesiásticas y los salteños son muy religiosos) por quienes portaban estos fetos en sus vientres (todas mujeres). Estos embriones habían sido creados “in vitro” y posteriormente habían sido injertados en las humanas anfitrionas, no es que las mujeres habían sido fertilizadas por estos entes mediante una copulación. Aunque si, podemos citar, dentro de la extensa bibliografía de este fenómeno, un caso (al menos) en que fue utilizado un humano para fertilizar mediante una copulación a una extraterrestre, los memoriosos recordaran el caso del brasileiro Villa Boas.
viernes, marzo 9
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