Con el sonido del suave
murmullo de la corriente de un arroyo a mis espaldas, como única y agradable
compañía, encontrábame meditando sobre el xq y el para que, de nuestra
existencia, en este, nuestro tan vasto y encantador universo, cuando un sonido
llegó a mi mente, primero tímidamente (cual suave tintilineo de campanillas) ,
mas luego, adueñándose por completo de ella, como quien entra a un lugar que
sabe suyo, cual palomino buchone, entrando por la noche, a descansar, en su
palomar, luego de una agotadora jornada buchonesca. Un
e-mail había ingresado en la casilla de correo de la netbook q siempre
acompáñame en todas y en
cada una de mis exploraciones, fiel compañera de todo Astroarqueólogo q se
precie de tal, q nos fue entregada a mi y a todos mis colegas (para nuestras
investigaciones) x Cristina (la nueva Evita, como las llaman algunos, con
lagrimas en los ojos)…

Estas foticos son para el astroarqueóloco...
La cuestión es una incógnita... cuando saqué las foticos
en el botánico, corría el sábado 22 de enero del año 2011
no me di cuenta de esa pequeña mancha de color en movimiento al costado
izquierdo del ángulo inferior, pensé que era un papel de esos que envuelven
golosinas y que son metalizados llamativos y brillantes, pero está la mancha en
movimiento y se nota en ambas foticos, (un papel que se mueve solo?). Pensé
después que era un ave, pero las aves en movimiento no salen así en las
fotos....
En
definitiva.... ¿qué será? tarea para
el único que podría dilucidarlo... Buen... Tal
vez, sí, tal vez no....
Caminante
Urbana...

Estimada
Caminante Urbana.
Ya, pero ya, pongo manos a la obra... aunque claro
estas foticos, paranormales, entran de lleno en
Lobsang!
Un poco
de historia
Elementales (Watson).
Parafraseando
a Sherlok Holmes (aquel simpático detective de dudosa moralidad), sería
factible la sospecha de q la criatura q se dejo fotografiar o fue fotografiada
casualmente (aunque existen personas q prefieren no creer en casualidades)
sería lo q muchos, amantes de la filosofía esotérica paranormal, considerarían
como un “ELEMENTAL”, y con esta palabra queremos significar a un ser q
pertenecería a alguno de los cuatro elementos, q en la antigüedad (y
esotéricamente aún hoy en día) se creía q componían nuestro universo (o pluriverso).
“AIRE”, “AGUA”, “TIERRA”, y “FUEGO”, con sus respectivas criaturas q morarían
en dichos elementos o como se sospecha actualmente,
cada “ELEMENTO” podría tratarse de Universos Alternos o Paralelos al nuestro, y los
moradores de estos se desplazarían entre ellos (desde tiempos inmemoriales, y
aquí es donde entra a tallar la Astroarqueología), quizás x medio de portales
naturales y/o artificiales (construidos x seres q dominarían una tecnología
apta para hacerlos). Popularmente siempre se sostuvo q muchas criaturas,
principalmente del elemento “TIERRA” como Gnomos o Hadas utilizarían como portales los orificios
naturales q se producirían en los troncos de algunas especies de árboles como
podrían ser los Ficus, q se lucen en la fotico q acompaña al texto en la zona
sur del Paraguay y el litoral de
Argentina (donde se sitúan avistamientos del Pombero o el Yaci-Yateré x citar
algunos).
En este magnánimo
escenario, q uno se imagina, digno de un paisaje de un relato de J. R. R.
Tolkien o digno de una
película de Peter Jackson sobre un relato de J. R. R. Tolkien, son cumplidas
muchas de las premisas q a priori deberían ser tenidas en cuenta en locaciones
q se prestarían para avistar este tipo de seres, q desde antiguo (y en la mayor
cantidad de las culturas q poblaron desde tiempos inmemoriales nuestro bien
amado, a veces no tanto, planeta) hasta la actualidad son coparticipes de leyendas,
coplas y anécdotas (en ciertas ocasiones, inclusive, de índole picaresca).
“ONDINAS”
Elementales del “AGUA”.
Casualmente
(o no) una de las muchas, y bellas, esculturas q adornan dicho lugar (para
muchos “encantado”) recibiría el curioso título de “La Ondina de Plata”, y
trataríase de una hermosa ninfa, la cual pareciera custodiar una laguna
artificial o fuente de curioso diseño. En la fotico, casualmente (o no), vemos
a la escultural Ondina, reflejándose en la verdosa agua, como señalándonos la
existencia de un portal (algo q hemos
podido apreciar en tantos lugares), portal q dividiría a este plano de otro,
quizás alterno o paralelo, habitado x estas criaturas y q, quizás, en
determinados momentos propicios, valiéndose de medios q la mayoría de quienes
habitaríamos en este plano desconocemos, cruzarían el mismo para realizar todo
tipo de tareas q nos son del todo desconocidas.

“RODS”, La conexión Criptozoológica.



Conclusión.
Tal vez, los denominados
“RODS” también conocidos como “Varas Voladoras” (principalmente en países de
habla hispana) sean la forma actual de ver unas criaturas q desde tiempos
inmemoriales recibieron el apelativo de “ONDINAS” o tal vez no, y estemos ante
dos seres totalmente diferentes. La imagen en las fotografías recibidas
tendrían una notable similitud con algunos de estos seres, q pertenecerían (o
podrían pertenecer) a universos alternos, sumado a esto, a la innegable
existencia de ciertos llamativos objetos y la (posible) membrecía del ideólogo
de este vistoso (y plagado de misterios) Jardín Botánico a ciertos grupos
cercanos al esoterismo, podríamos encontrarnos en presencia de pruebas, casi,
concluyentes de la existencia de aquello, a lo cual, los antiguos, no se
atrevían a nombrar, y q x respeto a su memoria, nosotros, tampoco haremos… “A
papá mono con bananas verdes” como diría Carlos Thays, salvo q él, casi con
seguridad, lo diría en francés…
Lobsang Arrhenius
Comisión Nacional de Estudios Astroarqueológicos.
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