Ahijuna, noche cerrada y oscura, cual boca de lobo, hace frío y estoy lejos de casa, enfilé pal rancho donde me espera mi prienda, tarareando unos sones del Chaqueño "La Sin Corazón" cuando a las leguas divisé una luz, verla, desmontar de mi fiel equino y desenfundar el facón fue una sola acción, verla y reconocerla fueron dos.
"El efecto óptico popularmente conocido por el llamativo nombre de "luz mala", podría deberse principalmente según se cree, a la fosforescencia de los huesos, estas osamentas (vacunas, equinas, lanares y otras) esparcidas a diestra y siniestra en el suelo campestre mostrarían un tinte fosforescente bajo la luna (llena principalmente), y bajo la luz de las estrellas, luz ésta, que no puede ser apreciada en su justa y real magnitud en la ciudad, donde la luz de las estrellas se ve opacada por las luces de la ciudad, que dicho sea de paso, encandilan a mas de uno."
Otra causa que podría explicar estas misteriosas luces, sería la emisión de metano en los pantanos, gas que se produciría en la descomposición de la materia orgánica, y que al llegar a la superficie del pantano estas burbujas o volutas, entrarían en combustión (vaya a saber uno con que), produciendo en la inmensidad y la oscuridad del paisaje pampeano un curioso y misterioso efecto."
"En otros lugares de habla hispana estas misteriosas luces son conocidas por el nombre de fuegos fatuos o fuegos de San Telmo."
Ya lo sabemos, la luz mala no existe, cuando la nombramos no lo hacemos por ignorancia, lo hacemos por venganza, al igual que cuando los mandamos a ordeñar un toro, o cabalgar un potro sin domar (con la secreta esperanza de que queden como el que hacía de superman), malditos citadinos universitarios, porque ustedes cuando nos ven con ropas gauchas, dicen que andamos disfrazados...
Monté a mi potranca y continué mi camino, a lo lejos divisaba otras luces, las del sol de noche de mi rancho...
"El efecto óptico popularmente conocido por el llamativo nombre de "luz mala", podría deberse principalmente según se cree, a la fosforescencia de los huesos, estas osamentas (vacunas, equinas, lanares y otras) esparcidas a diestra y siniestra en el suelo campestre mostrarían un tinte fosforescente bajo la luna (llena principalmente), y bajo la luz de las estrellas, luz ésta, que no puede ser apreciada en su justa y real magnitud en la ciudad, donde la luz de las estrellas se ve opacada por las luces de la ciudad, que dicho sea de paso, encandilan a mas de uno."
Otra causa que podría explicar estas misteriosas luces, sería la emisión de metano en los pantanos, gas que se produciría en la descomposición de la materia orgánica, y que al llegar a la superficie del pantano estas burbujas o volutas, entrarían en combustión (vaya a saber uno con que), produciendo en la inmensidad y la oscuridad del paisaje pampeano un curioso y misterioso efecto."
"En otros lugares de habla hispana estas misteriosas luces son conocidas por el nombre de fuegos fatuos o fuegos de San Telmo."
Ya lo sabemos, la luz mala no existe, cuando la nombramos no lo hacemos por ignorancia, lo hacemos por venganza, al igual que cuando los mandamos a ordeñar un toro, o cabalgar un potro sin domar (con la secreta esperanza de que queden como el que hacía de superman), malditos citadinos universitarios, porque ustedes cuando nos ven con ropas gauchas, dicen que andamos disfrazados...
Monté a mi potranca y continué mi camino, a lo lejos divisaba otras luces, las del sol de noche de mi rancho...
Les dejó un poema gauchesco que se recita en de "lo nuestro con humor", que lo tengo grabado en vídeo, y cuando siento añoranza por mis pagos lo veo.
Pesadilla Psicocristalina Campestre
Sueño que estoy en Roma...
Sueño que estoy en Macedonia...
Chupando quircas de birra...
Fumando quircas de maconia.
Sueño que llueve el vino...
Sueño que llueve la gancia...
Sueño que llueve el vodka...
En los campos de mi infancia.
Corro por las orillas...
De los mares de cerveza...
Vuelo con mi potrillo...
Pisando charcas de tristeza.
Sueño que sueño un sueño...
¿Sueño que estoy soñando?...
Sueño que estoy chupando...
Y de vivir olvidando.
Más cuando me dispierto...
No me gusta lo que veo...
Mientras que haiga chupi...
En este sueño, me quedo.
Que bien qué lo recita Quique Dapiaggi...
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