Los popularmente conocidos hechizos de amarre, son utilizados para que una persona, supuestamente amada por otra, se mantenga a su lado y se sienta perdidamente atraída por esta. Los amarres, aunque hay quienes opinen lo contrario, comprende un acto de la llamada magia negra, y son para hacerle un mal a otra persona porque mantienen a alguien, contra su voluntad, “enamorado” o “atraído” por quien pidió el amarre. Esta última, que pidió el hechizo, dice “amar” a la persona amarrada, pero en realidad pareciera odiar a esa persona, ya que la mantiene a su lado contra su voluntad y no permitiendo su libre albedrío y propia elección. Con este proceder se estaría infringiendo una Ley fundamental de la Rede Wicca, que dice “Haz lo que quieras, mientras no molestes a otros”. Esto puede ser un hecho desconocido, a veces, por quien solicita el amarre, y se expone sin saberlo a otra Ley Wicca que dice que “Todo lo que hagas te retornara multiplicado por tres”, con el consiguiente perjuicio para su persona. Además es sabido que una felicidad obtenida de esta manera, nunca es completa, ni duradera.
martes, julio 26
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